El sistema ranurado convencional se caracteriza por una gran flexibilidad de uso y diversidad de aplicaciones, proporcionadas por sus variantes de materiales constructivos y acabados, así como por su extenso programa de complementos.
Los estantes se presentan en diversas medidas y están fabricados en acero galvanizado o pintado en varios colores; las estanterías también pueden servirse en acero inoxidable con acabado pulido, para usos más especializados en entornos higienizados, como el sector sanitario o negocios de alimentación o restauración.
Además, pueden incorporarse sobre los estantes cajones metálicos extraíbles y guiados, o gavetas de plástico apilables para almacenar piezas sueltas; también, elementos de división vertical para separar zonas con productos homogéneos o sistemas de compartimentación para material a granel; igualmente, se pueden instalar cierres laterales y posteriores para separar módulos individuales, impedir que se mezclen productos, etc.
Por último, con sus componentes básicos se pueden construir no sólo estanterías, sino también otras estructuras como bancos, mostradores, expositores, librerías, mesas de trabajo, etc.
Todo ello lo convierte en una solución enormemente versátil para variadísimas aplicaciones e indicada para cualquier escenario o ámbito de trabajo industrial, comercial o doméstico.